Una buena alimentación mantiene las defensas altas
Cuando una persona tiene las defensas bajas presenta un riesgo mayor de contraer enfermedades de cualquier tipo. Los síntomas o señales son muchos y muy variados. Especialmente en temas nutricionales se nota la presencia de cansancio y falta de energías, con sueño, etc.
Algunas alertas de que eso está pasando son los cuadros de otitis o sinusitis de manera frecuente durante el año, contraer neumonía que se prolongue por mucho tiempo, los cuadros de diarrea crónica con pérdida de peso inusual, la recurrencia de infecciones virales como resfríos, herpes, verrugas y también la presencia constante de eczemas, hongos alrededor de la boca y otras zonas de la piel. Estos son algunos indicios de que las defensas del organismo están bajas.
Las enfermedades más frecuentes relacionadas a esta condición son las cardiovasculares, el cáncer y la diabetes.
La alimentación como factor determinante para mantener las defensas altas
Para prevenir enfermedades y mantener las defensas altas, la Licenciada Rocío Sánchez Canicoba, nutricionista de los Centros de Diagnóstico DIM, explica que “muchos estudios demuestran que una dieta equilibrada basada en una alimentación variada, refuerza el sistema inmunológico y fortalece las defensas, ya que cada grupo de alimento brinda distintos tipos de vitaminas y minerales que el cuerpo necesita para tener una vida sana”.
De hecho, para lograr el equilibrio del sistema inmunológico y fortalecerlo al máximo, debe mantenerse una dieta variada, equilibrada y saludable. Una buena alimentación debe alternar el consumo de carnes, lácteos, verduras y frutas, cereales integrales, legumbres y agua. Todos los grupos de alimentos contribuyen a mantener la salud en buen estado y ayudan a que las defensas funcionen de manera óptima.
Se debe evitar consumir alimentos que contribuyen a aumentar el riesgo de contraer enfermedades, como los que poseen alto contenido de azúcares, sal y grasa saturada. Sin embargo, hay grasas beneficiosas para la salud que brindan un efecto protector frente a enfermedades cardiovasculares, llamados ácidos grasos omega 3, presentes en el pescado, frutas secas y semillas, los cuales deberían consumirse con mayor frecuencia.
Otros factores de equilibrio de las defensas inmunológicas
La salud está condicionada directamente por el tipo de alimentación consumida por la persona. Los alimentos o bebidas milagrosas no existen, pero sí puede hacer la diferencia mantener un estilo de vida saludable que mejora y fortalece el sistema inmunológico y la salud del organismo en general.
Además de una incorrecta alimentación, hay otros factores – como el sedentarismo, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol y el estrés – que predisponen al organismo a las enfermedades, ya que debilitan el sistema inmunológico e inciden directamente en la bajada de las defensas.