Tláloc, el Dios Azteca de la Lluvia
Tláloc es el dios azteca de la lluvia y esposo de la diosa del agua y del amor Chalchiuhtlicue, siendo ambos los padres de numerosos hijos conocidos como los tlalocas (nubes). Según el Códice Aubin, cuando se encontró la ubicación profetizada de Tenochtitlan, el sacerdote Axolohua se sumergió en las aguas de la laguna y emergió al día siguiente trayendo consigo el relato de su visita a Tláloc. En este relato, Tláloc reveló que aquel sería el lugar donde habitaría su hijo Huitzilopochtli, y su voluntad era que los hombres vivieran unidos como hermanos sobre aquel lugar elegido por los dioses.
El Reino Subacuático de Tláloc
Tláloc habita en Tlalocan, un mundo subacuático donde los espíritus de aquellos que mueren por causas relacionadas con el agua (inundaciones, enfermedades como la hidropesía o el impacto de un rayo durante una tormenta) viajan tras su fallecimiento. En Tlalocan, la comida crece en abundancia, con árboles frutales y cosechas fértiles de maíz y otros productos por doquier.
La Importancia de Tláloc en la Sociedad Azteca
La ausencia de la lluvia era una cuestión de vida o muerte para la sociedad azteca, que vivía fundamentalmente de la agricultura. Por ello, el culto a Tláloc fue uno de los más extendidos y venerados. En Tenochtitlan, en el Templo Mayor, había dos capillas: una al norte dedicada al culto de Tláloc y otra al sur en honor a su hijo, Huitzilopochtli. Al igual que otros dioses de la mitología azteca, Tláloc era honrado por los creyentes mediante sacrificios, ya fuera con ofrendas de comida o sacrificios de animales y personas.
Representación de Tláloc
Generalmente, Tláloc es representado con el cuerpo decorado con pinturas negras, verdes y amarillas. Su vestimenta está adornada con plumas de garza y quetzal, así como numerosos adornos de jade en sus orejas y cuello, elementos estrechamente asociados al agua en la cultura azteca. Protege su pecho con un pectoral de oro y porta un báculo o cetro con forma de serpiente, un objeto con el que puede invocar al rayo durante las tormentas.