Sucellus y el Mayor Temor de los Druidas
Muchos estamos familiarizados con la famosa expresión del cómic de Asterix y Obelix, que menciona el temor de los galos a que el cielo se cayera sobre sus cabezas. Aunque esta frase pueda parecer una invención cómica, tiene su origen en un mito céltico relacionado con la visión del mundo de los antiguos celtas.
La Respuesta de los Druidas a Julio César
Durante su campaña de conquista de las Galias, el general romano Julio César se reunió con los célebres druidas, sumos sacerdotes de la cultura celta. Intrigado por la sabiduría de estos sabios, César les preguntó cuál era su mayor temor, y para su sorpresa, la respuesta fue que temían que el cielo se desplomara sobre sus cabezas. Aunque inicialmente se interpretó como un desafío o una falta de respeto hacia César, esta respuesta tiene un trasfondo profundo en la mitología celta.
Sucellus: El Dios Protector de las Cosechas y el Alcohol
La raíz de este temor se encuentra en el mito del dios celta Sucellus, conocido como "El que golpea bien". Sucellus es el protector de las cosechas y del alcohol, y su nombre proviene del vocablo gaélico "cellos", que significa "golpear". Este dios es tradicionalmente representado con un martillo, símbolo de su poder para golpear la Tierra y hacerla fértil. Sucellus no solo está relacionado con la fertilidad, sino también con la protección de los cultivos y la cosecha.
Sucellus y el Mantenimiento del Cielo
Además de su relación con la Tierra, Sucellus está vinculado a fenómenos naturales como los truenos, lo que establece un paralelo con Thor, el dios nórdico del trueno. De acuerdo con la mitología celta, Sucellus utilizaba su martillo para golpear la bóveda celeste, llevando a cabo una tarea de "mantenimiento" del mundo. Este golpeo continuo sobre un punto determinado del cielo era esencial para mantener el equilibrio del cosmos.
El Temor de los Druidas: El Colapso del Mundo
El mayor temor de los druidas era que Sucellus dejara de realizar esta tarea, lo que provocaría un colapso del mundo tal y como lo conocían, y la consiguiente caída de los cielos sobre sus cabezas. Este temor reflejaba la visión celta de la conexión entre la Tierra, el cielo y los dioses, y cómo cualquier alteración en el orden cósmico podría traer consigo la destrucción del mundo.