SEMILLAS DE LINO, ALIMENTO ALIADO EN CÁNCER DE MAMA Y PRÓSTATA
Aunque hay muchos a los que les molesta que usemos la palabra "anticáncer", debo decir que es una palabra aceptada por la comunidad científica. De hecho, si tecleas en PubMed “anticancer diet”, puedes comprobar que aparecen más de 14 mil referencias. Hoy en día, la genómica nutricional ha demostrado que existen alimentos capaces de activar o silenciar genes relacionados con la enfermedad, incluido el cáncer. Un ejemplo es el brócoli, conocido como anticáncer por activar al gen p53, que evita mutaciones celulares, o la curcumina. En este artículo, hablaremos de las semillas de lino y su acción en diversos tipos de cáncer.
El cáncer es uno de los problemas de salud más graves en Salud Pública debido a su alta y creciente prevalencia en todo el mundo, siendo una de las principales causas de morbilidad y mortalidad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2012 se diagnosticaron 14 millones de nuevos casos de cáncer, responsables de 8,2 millones de muertes en todo el mundo, de las cuales 521,000 se atribuyeron al cáncer de mama.
La linaza ha sido uno de los alimentos más estudiados en relación con el cáncer de mama, aunque principalmente en estudios experimentales en animales y pocos ensayos clínicos. La linaza es rica en ácidos grasos omega-3, ácido α-linolénico, lignanos y fibras. Uno de los componentes principales de la linaza son los lignanos, de los cuales el 95% están compuestos del DIGLUCÓSIDO SECOISOLARICIRESINOL (SDG) predominante. Este lignano, el SDG, se convierte en enterolactona y enterodiol, ambos con actividad antiestrógeno y estructuralmente similares a los estrógenos, lo que les permite unirse a los receptores celulares y disminuir el crecimiento celular.
Algunos estudios han demostrado que la ingesta de ácidos grasos omega-3 está relacionada con la reducción del riesgo de cáncer de mama. En estudios con animales, se ha comprobado que los ácidos α-linolénicos pueden suprimir el crecimiento, el tamaño y la proliferación de las células cancerosas, así como promover la muerte celular por cáncer de mama. Otros estudios descubrieron que la ingesta de linaza combinada con tamoxifeno puede reducir el tamaño del tumor en mayor medida que con el tamoxifeno solo. Además, algunos ensayos clínicos mostraron que la linaza puede tener un papel importante en la disminución del riesgo de cáncer de mama, principalmente en mujeres posmenopáusicas. Se necesitan más estudios, específicamente ensayos clínicos en humanos, para confirmar estos beneficios.
La nutrición de un paciente con cáncer no es solo responsabilidad de los oncólogos, quienes a veces recomiendan evitar todos los fitoestrógenos si el cáncer responde a hormonas. Sin embargo, algunos fitoestrógenos, como los presentes en el lino, a pesar de ser estructuralmente similares a los estrógenos, pueden actuar como antiestrógenos. De hecho, la administración de tamoxifeno con semillas de lino reduce los tumores de mama de manera más eficaz que el tamoxifeno solo.
Tras la ingestión de lignanos SDG, las bacterias en el colon convierten estos lignanos en enterolactona y enterodiol. Estos tienen actividad antioxidante y una débil acción estrogénica, actuando también como antiestrogénicos al unirse a los receptores de estrógeno, inhibiendo el crecimiento de células cancerosas.
En nuestro cuerpo, el estradiol se oxida en el hígado a la estrona, la cual puede convertirse en dos metabolitos con diferentes efectos biológicos: 2-hidroxiestrona (2OHE1) y 16α-hidroxiestrona (16OHE1). Mientras que el 2OHE1 tiene una actividad biológica pequeña, el 16OHE1 aumenta la actividad del estrógeno, promoviendo la proliferación celular. Esto sugiere que las mujeres que producen más 16OHE1 tienen un mayor riesgo de cáncer de mama.
Según la OMS, aproximadamente un tercio de las muertes causadas por cáncer se deben a malos hábitos alimenticios y falta de actividad física. Mejorar los hábitos alimentarios y aumentar la actividad física podría evitar más del 30% de los cánceres diagnosticados. Por lo tanto, una intervención nutricional adecuada es crucial.
La nutrición juega un papel fundamental en el cáncer, ya que puede reducir las complicaciones durante el tratamiento y contribuir al bienestar del paciente. Muchas personas con cáncer optan por realizar cambios en sus hábitos alimenticios mientras reciben tratamientos convencionales como la quimioterapia, con la esperanza de disminuir efectos secundarios graves. La linaza ha sido uno de los alimentos más estudiados en relación con el cáncer de mama, y aunque se han realizado algunos estudios experimentales en animales, se necesitan más ensayos clínicos para confirmar su eficacia.
La semilla de lino es una fuente más potente de fitoestrógenos que incluso la soja. En estudios, la ingesta de semillas de lino ha causado cambios significativos en la excreción de 2-hidroxiestrona en comparación con la proteína de soja.
En una revisión publicada en 2018, se concluyó que la ingesta de ácidos grasos omega-3 está asociada con la reducción del cáncer de mama. Los estudios en animales mostraron que el ALA puede disminuir el crecimiento, el tamaño y la proliferación celular, así como aumentar la muerte de células tumorales en la mama.
La mayoría de los estudios experimentales mostraron que la linaza aumenta o mantiene la eficacia del tamoxifeno en la reducción del crecimiento tumoral, la proliferación celular y el aumento de la apoptosis. Sin embargo, se necesitan más ensayos clínicos para confirmar la asociación y eficacia de la linaza con tamoxifeno.
En varios estudios experimentales, las dietas que incluían un 5 o 10% de semillas de lino (aproximadamente 25-30 g de linaza diariamente en humanos) inhibieron el crecimiento del receptor de estrógeno en células de cáncer de mama humano inyectadas en ratones, reduciendo también la metástasis.
