OS LUSÍADAS - Luís de Camoés (Canto Sétimo XLVI a L)
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Canto Séptimo
XLVI
El Gama y Catual iban diciendo
Cosas que la ocasión les ofrecía
Monzaide entre los dos va traduciendo
Las palabras que de ambos entendía.
Por la ciudad en tanto discurriendo,
A dó sublime fábrica se erguía
De templo suntuosísimo llegaban;
Por las puertas del cual juntos entraban.
XLVII
En él están de dioses las figuras
Escultas en madera y piedra fría:
Varias en gesto, varias en pinturas,
Según que allí el demonio las fingía:
Se ven abominables esculturas
Cual Quimera, que en miembro mil varía,
Los Cristianos, a Dios acostumbrados
A ver en forma humana, están pasmados.
XLVIII
Este, con cuernos en la frente erguidos,
Cual Júpiter Hamón en Libia estaba:
Aquel dos rostros en un busto unidos,
Como el antiguo Jano se mostraba:
Uno con muchos brazos esparcidos
A Briaréo parece que imitaba:
Otro con faz de perro está que azora,
Cual a Anubis Memfítico se adora.
XLIX
Hecha allí de aquel ciego pueblo impío
La adoración fanática frecuente,
Caminan ya derecho, sin desvío,
Donde está el Rey de la pagana gente:
Van, engruesando el bárbaro gentío,
Los que a ver van al Capitán valiente,
Y están por las ventanas y tejados,
Mujeres, mozos, viejos agolpados.
L
Ya llegan cerca, y no con pasos lentos,
De los jardines bellos y olorosos,
Que en sí cierran los regios aposentos,
No muy altos de muros, mas suntuosos;
Que edifican los nobles sus asientos
Cercados de arboledos deleitosos;
Y así viven los Reyes de esa gente
En la ciudad y el campo juntamente.
