Mokusatsu: la palabra que activó las bombas atómicas
Una palabra de Kantarō Suzuki, que fue militar japonés y que en abril de 1945 fue nombrado Primer Ministro con 77 años, fue la que, sin desearlo ni esperarlo, cambió el rumbo de los acontecimientos.
Poco después de ser nombrado Ministro, durante la Segunda Guerra Mundial, los aliados celebraron la conocida Conferencia de Potsdam, que incluía entre sus acuerdos un ultimátum a Japón instándole a rendirse sin condiciones. Según se sabe, Suzuki y sus hombres eran partidarios de aceptar las condiciones y acabar con la guerra que allí vivían de forma definitiva; de hecho, querían gestionar el momento con mucho cuidado y delicadeza.
Cuando le preguntaron a Kantarō Suzuki por la Conferencia de Potsdam y sus repercusiones en Japón, éste quiso ser cauto, por lo que utilizó una palabra que, probablemente debido a lo que después sucedería, no fue la más adecuada por ser demasiado ambigua. Kantarō dijo que estaba adoptando una posición de mokusatsu con respecto a lo expuesto en las conclusiones de Potsdam. El problema es que esta palabra, mokusatsu, tiene dos significados: el primero es como «guardar silencio por el momento»; el segundo significado es «ignorar». La ambigüedad de la palabra hizo que la Agencia de Noticias Japonesa cometiera un grave error: dar por bueno el segundo significado y traducir las declaraciones de Suzuki indicando que Japón ignoraba el ultimátum de Potsdam.
La postura de Japón que se deducía de aquel mensaje del primer ministro Kantarō Suzuki hizo que el presidente de Estados Unidos, Truman en aquel momento, decidiera usar la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki. Aquel error de interpretación o traducción costó la vida de miles de personas.
Es increíble cómo una simple palabra puede cambiar el rumbo de la Historia.