Los más conocidos fantasmas de Praga
Pocas ciudades en el mundo cuentan con tantas historias y leyendas como Praga. En cada rincón, calle, callejón o plaza, podemos encontrar relatos supersticiosos que, tras siglos de ser contados, aún permanecen vivos en la memoria de sus habitantes.
Si visitamos los barrios más antiguos de la ciudad, tendremos oportunidad de descubrir una gran cantidad de estas leyendas. Sin embargo, no es un requisito imprescindible, ya que por toda Praga hay cientos de historias. A continuación, proponemos una ruta alternativa dedicada a explorar algunos de los fantasmas más famosos de la ciudad.
Algunos fantasmas que se pueden ver por Praga
El barbero loco
La calle Karlova, que desemboca en el famoso puente de Carlos IV, es conocida como el hogar del barbero loco. Según las leyendas, este barbero abandonó su oficio para dedicarse a la magia, lo que lo llevó a dilapidar toda su fortuna. Ante la pobreza, su esposa se suicidó y sus hijas se vieron obligadas a trabajar en un burdel.
Se dice que el barbero todavía deambula por esta calle, intentando convencer a los transeúntes de que se corten el pelo con él. Según la tradición, la maldición que pesa sobre él desaparecerá el día que alguien acepte su oferta.
El monje sin cabeza
En la calle vecina, Liliová, se encuentra otro de los espectros más peculiares de Praga. En esta calle, antiguamente había un monasterio. Uno de los monjes se enamoró de una noble, aunque nunca pasó nada entre ellos. A pesar de ello, los demás monjes lo consideraron una violación de sus votos y lo decapitaron antes de que pudiera explicarse.
Los viernes a medianoche, el monje aparece montado en su caballo, sosteniendo su cabeza en una mano. Según la leyenda, sólo será liberado si un joven se enfrenta a él, toma las riendas del caballo y atraviesa su figura espectral con una espada.
El esqueleto mendigo
Cerca del Carolinum, se dice que un esqueleto aparece todas las noches pidiendo limosna. Esta figura pertenece a un hombre que, en vida, vendió su esqueleto a la Universidad para fines científicos. Después de recibir el dinero, lo gastó todo en un solo día. Esa misma noche tropezó, cayó y se rompió la nuca.
Desde entonces, su espíritu vaga por las noches, intentando reunir suficiente dinero para "recomprar" su esqueleto.
El Carnicero
En la iglesia de Santiago, cerca de la Plaza de la Ciudad Vieja y el templo de Nuestra Señora de Týn, encontramos la última leyenda. En el siglo XVII, el gremio de carniceros protegió la iglesia de un saqueo alemán. Sin embargo, uno de ellos pasó la noche en un burdel en lugar de defender el templo.
Como castigo, este carnicero debe proteger eternamente la iglesia. Aparece vestido con su uniforme de faena, portando un gran cuchillo de carnicero.
Estas son solo algunas de las muchas leyendas que habitan las calles de Praga. Conocer estas historias es una manera diferente de explorar la ciudad y sumergirse en las supersticiones y tradiciones que forman parte de su rica cultura.