Los Miedos a la Oscuridad en los Niños
Tener miedo a la oscuridad, o a los monstruos imaginarios que viven debajo de la cama o dentro del armario, es algo muy común en los niños en edad preescolar. Este miedo está relacionado con la imaginación de los pequeños. La misma imaginación que les permite participar en juegos creativos, como convertir una escoba en un caballo de carreras, también puede jugarles una mala pasada, creando criaturas espeluznantes y escenarios aterradores en los recovecos de su propio dormitorio, que es su pequeño mundo.
Sin embargo, existen maneras efectivas para ayudar a los niños a enfrentarse al miedo a la oscuridad y a todo lo que surge de su imaginación en la soledad de su habitación.
Formas de Ayudar a los Niños a Superar el Miedo a la Oscuridad
Comenzar Lenta y Suavemente a Dejarle a Oscuras en Su Habitación
El miedo a la oscuridad debe abordarse con delicadeza y de manera gradual. Si un niño tiene miedo a estar solo y a oscuras, no es recomendable obligarlo a enfrentarse al miedo de manera abrupta. Es mejor comenzar dejando una luz tenue encendida en su habitación (hay luces especiales para estos casos). También se puede dejar una luz en el pasillo o en habitaciones cercanas, cuyo resplandor se vea en el dormitorio del niño. Con el tiempo, se pueden ir apagando las luces gradualmente, comenzando con la de su dormitorio y luego con las demás.
Observar si Hay Algún Motivo Subyacente para el Miedo
Que los niños tengan miedo a la oscuridad es normal, como ya hemos mencionado. Sin embargo, a veces la causa del miedo puede ser algo más que una imaginación activa. Si el niño muestra signos de miedo o ansiedad, o se muestra inquieto o retraído al hablar de ciertos temas, puede haber alguna causa adicional detrás de su temor nocturno.
Es importante estar atento al contenido audiovisual al que el niño tiene acceso, como películas, series, revistas, juegos y videojuegos, ya que pueden contener elementos que desencadenen el miedo a la oscuridad. Además, situaciones de la vida como el nacimiento de un hermano, la pérdida de un ser querido o conflictos familiares pueden generar estrés en el niño, lo cual puede manifestarse como miedo a la oscuridad.
Acostar al Niño en un Ambiente Tranquilo y Feliz
Antes de acostar al niño, asegúrate de que hay un ambiente de tranquilidad a su alrededor. Si al niño le gusta ver televisión antes de dormir, es mejor que vea algo positivo, con un tema alegre y apropiado para su edad. Otra opción es leerle un cuento con final feliz, donde no haya elementos negativos, como niños huérfanos, animales peligrosos o brujas malvadas. Cantar una breve canción como parte del ritual de acostarse también es un elemento relajante muy efectivo.
Ofrecerle Compañía para Que se Sienta Seguro
Pasar un tiempo con el niño antes de acostarse y dejarlo en compañía de uno de sus muñecos favoritos puede ayudarlo a sentirse seguro y en calma. Además, es importante acudir si llama, para que sepa que sus padres están allí para lo que necesite y no se sienta desamparado.
