La historia del campesino elocuente
Existen también algunas leyendas o historias que nos hablan desde el punto de vista no de las deidades y los faraones, sino del pueblo llano y campesinado. Una de ellas es la historia del campesino elocuente, una historia que surgió en tiempos del inicio del Imperio Medio.
Dice la leyenda que había una vez un pobre campesino, honrado y trabajador, que vivía junto a su familia en el oasis de la sal. Dicho campesino necesitaba viajar a menudo para vender diferentes productos, y en uno de sus viajes al mercado un lugarteniente de la zona le advierte que no debe pasar por su propiedad. Mientras ambos hombres discuten, los animales que transportaban las mercancías comen alimentos de las tierras del lugarteniente, quien utiliza esto como excusa para quedarse con los animales y las mercancías que llevan.
Ante esto, el campesino acudió a la ciudad de Heliópolis, donde el representante del faraón Rensi estaba asentado en esos momentos. Allí, el campesino le explicó lo sucedido y protestó enérgicamente y con gran elocuencia contra la corrupción mostrada por el lugarteniente. La forma de expresarse de este llamó la atención de Rensi y el faraón, alargándose en exceso el caso con el fin de obtener la máxima información posible del hombre, así como ante el interés causado por su oratoria.
Finalmente, se decidió hacer justicia, haciendo que sus posesiones le fueran devueltas y que, además, el lugarteniente pasara a ser su esclavo y las pertenencias de este también fueran propiedad del campesino.