La Leyenda de la Orden de la Jarreter
La monarquía británica está considerada como una de las más conservadoras en lo que respecta al mantenimiento de sus tradiciones y al seguimiento de su rígido y hermético sistema de honores. En este sentido, en lo que se considera la cima de esta antiquísima organización, se sitúa la conocida como “la nobilísima Orden de la Jarretera”, que pasa por ser la orden de caballería de mayor rango, antigüedad e importancia de todo el Reino Unido.
Fundación y Orígenes
Fundada por el rey Eduardo III en el año 1348, sus orígenes, lema, significado y finalidad aún son objeto de discusión, ya que muy poco se sabe acerca de ellos.
La Leyenda de la Jarretera
A este respecto, cuenta la leyenda más conocida que el monarca Eduardo III organizó un baile en el Palacio de Eltham. Mientras el rey bailaba con Juana de Kent, que a la sazón llegaría a ser la primera Princesa de Gales, a ella se le cayó la liga (“jarretera”) que llevaba en una de sus piernas. El rey, para enmendar la vergüenza de la dama, rápidamente recogió la liga y la coloca en su propia pierna y pronuncia la famosa frase que se convertiría en el lema de la orden: “Honi soit qui mal y pensé” («Que se avergüence aquél que de esto piense mal»).
Simbolismo y Significado
Este hecho, que podría parecer una mera anécdota vista con la mirada actual, no lo era tanto en aquellos tiempos, ya que se creía que los brujos llevaban una jarretera como símbolo de su posición. En este sentido, la actuación del rey marcó las pautas para la naturaleza de lo que posteriormente sería la Orden y, a la vez, estaba salvando la vida de Juana al preservarla de las temidas acusaciones de brujería.
Algunos creen que con su reacción, el rey mismo estaba mostrando su propia participación en la llamada Antigua Religión.
