Fantasmas en los Teatros de Londres
La mayoría de los teatros de la zona del West End en Londres cuentan con un fantasma, e incluso algunos tienen la suerte de tener varios. Desde el fantasma sin cabeza que se dice que vaga por el Royal Theatre y el Drury Lane, hasta la señora que muestra constantemente sus manos ensangrentadas en el Old Vic Theatre de la estación de Waterloo.
El teatro más antiguo de Londres es el Teatro Real. Uno de los fantasmas que se dice que merodea por este lugar es el de Joseph Grimaldi, el padre de la pantomima, quien aparece principalmente a los actores noveles. Cuentan que, en ocasiones, su cabeza ha sobrevolado el teatro durante las actuaciones.
El fantasma más famoso del Teatro Real es probablemente el Hombre Gris, una figura vestida con un traje gris y sombrero que aparece durante ciertas representaciones, especialmente en las más exitosas. Muchos actores han reportado resbalones en el escenario, mencionando que un hombre gris y desconocido les empujó en algún momento.
El popular comediante y bailarín, Dan Leno, quien falleció a los 43 años, también frecuenta el Teatro Real. El sonido de sus zapatos al bailar suele oírse en los pasillos, especialmente cuando los actores están cambiándose en sus camerinos. Algunos bailarines también han contado que, mientras están en el escenario, sienten un intenso olor a lavanda, la fragancia que Leno utilizaba para sus obras.
Otro teatro londinense en el que se han visto figuras fantasmales es el Liceo. Se dice que William Terris, un actor apuñalado en 1897 en el propio teatro, pronunció antes de morir: «Algún día, estaré de vuelta sobre este escenario…». En 1928, más de treinta años después de su asesinato, regresó para atacar a una actriz en su camerino. También ha sido visto en la estación de Covent Garden, donde alteró al personal que trabaja allí.
El aclamado actor John Buckstone, quien falleció en 1879, también ha sido visto en la platea del Teatro Real de Haymarket. El personal de este teatro lo ha oído cantar cuando no había nadie en la zona de los camerinos.
Finalmente, el London Palladium, en Argyll Street, alberga el fantasma de una dama vestida de amarillo que se pasea por las escaleras.
Así que, si en algún momento visitáis estos teatros en Londres, y en la oscuridad de la obra notáis un leve frío en la parte trasera de vuestro cuello, es probable que uno de los famosos fantasmas del West End londinense esté cerca de vosotros.