El español que fue clave en el descifrado de Enigma
Antonio Camazón. Este es un nombre absolutamente desconocido para la mayoría de la gente, pero su papel en el campo de la criptología fue fundamental para desenmascarar a los nazis, ayudando a descifrar Enigma.
Un Comienzo Inusual
En 1939, el vallisoletano Antonio Camazón se encontraba en un campo de refugiados para republicanos españoles en el sur de Francia. A sus espaldas, una vida de película que aún estaba en desarrollo. Nació en 1901 y a los 12 años se coló en un barco con destino a Colombia. Fue descubierto y enviado de vuelta a España. Posteriormente, sus padres lo mandaron a Madrid, donde destacó en matemáticas, idiomas y criptografía durante sus estudios. Su futuro empezaba a delinearse. Más tarde, entró a formar parte de la Policía Criminal en Madrid y, gracias a su especialización en criptografía, ingresó en el servicio secreto español.
Llegada a Francia
Tras prestar servicios en la Guerra Civil Española, Camazón supo que esta terminaría con la derrota del bando republicano. Por ello, decidió cruzar a Francia e ingresó en un campo de concentración para republicanos españoles en el sur. Durante su estancia, logró enviar una carta a Gustave Bertrand, jefe del Deuxième Bureau, a quien conoció durante sus servicios en la policía y en los servicios secretos españoles. En la misiva, hablaba de sus conocimientos sobre la máquina Enigma, utilizada por los nazis para encriptar sus comunicaciones, y recordaba sus habilidades en criptografía y matemáticas.
Colaboración con los Aliados
Y funcionó. Bertrand le contrató para ayudar a Alan Turing y su equipo a descifrar Enigma, aceptando además sus condiciones: liberar a él y a otros siete españoles que provenían del servicio secreto español. Juntos formaron el “Equipo D”, dirigido por Camazón. Junto con otro grupo de polacos también exiliados, fueron piezas fundamentales en el descifrado de la máquina nazi, ayudando así a salvar millones de vidas y a acabar con la ofensiva nazi en toda Europa. Algunos analistas consideran que el descifrado de esta tecnología avanzada acortó la guerra entre dos y cuatro años.
Vida Post Guerra
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, muchos intentaron reclutarlo, incluidos los estadounidenses, quienes quisieron que se uniera a sus servicios de espionaje, pero Camazón se negó. Defendía que Francia se había portado muy bien con él. Sin embargo, aceptó la oferta del Deuxième Bureau para desempeñar funciones como experto en Latinoamérica y España en labores criptográficas, aunque se cree que no solo realizó esa función.