El Rey Gradlon y la leyenda de Ys
Una leyenda común de la costa de la Bretaña francesa cuenta la historia de la ciudad de Ys, que supuestamente existía en la Bahía de Douarnenez en una época en que la superficie del océano era más baja que la actual. El Rey Gradlon gobernaba desde Ys y protegió la ciudad construyendo elaboradas barreras marinas que permitían que la ciudad se drenara en cada marea baja a través de una serie de compuertas. Sin embargo, una noche con marea alta, su hija Dahut, poseída por los demonios, abrió las compuertas y el océano inundó la ciudad, forzando su abandono. Hoy en día, nadie sabe dónde estaba esa ciudad. Si Ys existió alguna vez, es probable que la inundación ocurriera hace más de 8.000 años, basándose en la misma lógica aplicada a la isla de Fitzroy.
La importancia de las tradiciones orales en sociedades preliterarias
En la sociedad actual, dependemos en gran medida de la palabra escrita, que nos transmite mensajes constantemente. Cuando necesitamos aprender algo, buscamos la respuesta en libros o pantallas. Sin embargo, en las sociedades preliterarias, las historias orales desempeñaban un papel esencial en la transmisión de conocimientos y experiencias humanas. Estas historias no solo servían para entretener, sino que también eran fundamentales para la supervivencia, especialmente en entornos hostiles como Australia.
En esas sociedades, la transmisión de conocimientos esenciales como la localización de agua, refugios y alimentos, se realizaba de generación en generación mediante métodos rígidos de enseñanza, especialmente dentro de líneas patriarcales. Además, la geografía y la historia se contaban a través de canciones, bailes y actuaciones. En las sociedades aborígenes australianas, las rutas de canto, conocidas como "trazos de canción", ayudaban a recordar la geografía del territorio y la historia de la gente, transmitiendo información clave a lo largo de las generaciones.
El arte rupestre y la memoria cultural
Es posible que incluso el arte rupestre tuviera un propósito relacionado con la memoria, ayudando a los narradores a recordar partes de información importante. Hoy en día, muchos grupos aborígenes australianos siguen preservando sus antiguos recuerdos de estos trazos de canción, los cuales constituyen una forma de "libro" que se mantiene vivo a través de generaciones. Estos "libros" se "leían" en voz alta, transmitiendo conocimiento a los más jóvenes, quienes luego memorizaban las historias y las compartían con otros.
La preservación de las tradiciones orales
Estas antiguas tradiciones orales se han mantenido vivas durante miles de años, preservando memorias de eventos significativos como la formación de lagos o inundaciones que afectaron vastas áreas. La importancia de estas tradiciones no debe subestimarse. Aunque la ciencia y muchos antropólogos las han tratado históricamente con escepticismo, hoy en día es crucial considerar estas historias como parte integral de la cultura humana. Las tradiciones orales continúan desempeñando un papel importante, no solo en la preservación de la historia, sino también en la identidad cultural y colectiva.
Reflexión sobre el valor de la memoria colectiva
Es asombroso pensar que la humanidad conserva recuerdos de eventos ocurridos hace más de 10 milenios. Esta longevidad y el poder de las tradiciones orales desafían las suposiciones modernas sobre la transmisión de conocimientos. Las historias antiguas pueden tener más significado de lo que alguna vez pensamos, y es fundamental preservar las tradiciones orales en todas las culturas donde aún existan. Estas historias ayudan a definir quiénes somos y cómo nos conectamos con nuestro pasado, ofreciendo una ventana al alma colectiva de la humanidad.