Eigengrau: El Color Alucinatorio que Vemos al Cerrar los Ojos
Cierra los ojos. ¿Qué ves? Probablemente lo primero que respondamos sea nada, o oscuridad. Una oscuridad que generalmente asociamos a la negrura. Pero volvamos a cerrar los ojos y fijémonos bien, ¿es realmente negrura lo que vemos? Lo cierto es que lo que vemos es más bien un color grisáceo: el eigengrau.
¿Qué es el Eigengrau y Por Qué es un Falso Color?
Denominamos eigengrau al color que percibimos cuando mantenemos los ojos cerrados o estamos en la más completa oscuridad, siendo dicho color menos oscuro que el que se corresponde con el negro. Se trata de un color gris oscuro, cercano al negro pero que, curiosamente, y a pesar de percibirse en ausencia de luz, resulta más claro que un objeto negro observado a plena luz.
La intensidad del gris percibido puede variar ligeramente entre las personas. De hecho, el término en cuestión significa “gris intrínseco” o “gris propio” en alemán. Este concepto fue investigado y popularizado por Gustav Theodor Fechner, figura clave en la psicofísica y en la medición de la percepción humana.
La percepción del eigengrau se considera un fenómeno generado por la retina, sus conexiones nerviosas con el cerebro o incluso por el propio cerebro. Sin embargo, el color percibido no es completamente estable: según pasa el tiempo con los ojos cerrados, el gris aparenta hacerse más claro e incluso pueden aparecer percepciones de color.
Explicación de su Percepción al Cerrar los Ojos
La percepción del color eigengrau puede parecer extraña, dado que no deberíamos detectar nada con los ojos cerrados o en completa oscuridad. Existen diversas explicaciones científicas al respecto:
1. Interpretación General
Desde las primeras investigaciones de Fechner, se sospechaba que esta percepción era un residuo o ruido de fondo de la actividad neuronal. Incluso con los ojos cerrados, los nervios permanecen activos y generan descargas, creando actividad neuronal en ausencia de luz que el cerebro interpreta como una percepción de luminosidad.
2. Isomerización de Rodopsina
Otra teoría vincula el eigengrau con la isomerización de la rodopsina, un pigmento relacionado con la percepción de movimiento y luminosidad que permite la visión en condiciones de poca luz.
3. Neuromelanina
Una tercera explicación asocia la percepción del eigengrau con la formación de neuromelanina, un pigmento fotosensible producido por la oxidación de la dopamina y la noradrenalina. Este pigmento se genera en áreas como la sustancia negra, el locus coeruleus y el nervio vago craneal.
Vinculación con Fenómenos Alucinatorios
El eigengrau ha sido relacionado con fenómenos alucinatorios, considerándose un tipo de alucinación biológica y fisiológica, pero no patológica. Esto se debe a que su percepción no corresponde a una realidad exterior.
Además, algunos autores lo vinculan con alucinaciones hipnagógicas e hipnopómpicas. Estas alucinaciones ocurren durante las transiciones entre la vigilia y el sueño, o viceversa, y suelen ser percepciones sin objeto externo, producto de desequilibrios en los procesos cerebrales que regulan el sueño y la vigilia.