Chaxiraxi, Candelaria y los Guanches
Dentro del panteón de los guanches se encuentra la diosa Chaxiraxi, deidad a la que se le atribuye ser la Madre del Sol, diosa del amanecer y del atardecer, además de ser la propiciadora de la fertilidad. Con la llegada del cristianismo a Canarias, esta diosa fue sustituida por la Virgen de Candelaria, aunque inicialmente las referencias a ella eran "Nuestra Señora de" o "Santa María de Candelaria", quedando la condición de virgen para épocas posteriores.
Debido a que Chaxiraxi era una de las principales divinidades de los guanches, los cristianos conservaron la tradición, pero adaptándola a su conveniencia.
La legendaria llegada de una estatua de la Virgen a las costas de Güímar en 1401 sirvió a los cristianos como catalizador para unir ambas entidades. De hecho, Chaxiraxi fue el primer nombre que recibió la Virgen de Candelaria, quien terminó convirtiéndose en la Patrona no solo de Tenerife, sino de toda Canarias. También se cuenta que la imagen original se perdió tras un fuerte temporal que sacudió la isla.
Es importante recordar que la estatua de la Virgen fue nombrada como Chaxiraxi por los propios guanches, quienes la identificaron inmediatamente con su diosa madre. Esta imagen mantuvo este nombre hasta que los conquistadores creyeron reconocer en ella a su virgen, una figura que los guanches afirmaban poseer desde hacía al menos un siglo.
A partir de ese momento, se desechó su antiguo nombre por la versión cristiana, y una de las pocas tradiciones en torno a la diosa original que han perdurado es la fiesta del Beñesmer (la cosecha en guanche). Los guanches también dieron un nombre al niño Jesús que portaba la Virgen, llamándolo Chijoraji (o también Chijoragi).