Cómo controlar la sudoración excesiva de forma natural
La hiperhidrosis es una alteración del funcionamiento de las glándulas sudoríparas que afecta principalmente a las manos, los pies, la cara y las axilas, y que puede condicionar la calidad de vida de una persona.
La sudoración o transpiración es un mecanismo natural del organismo para regular la temperatura corporal y eliminar toxinas a través de los poros de la piel. El sudor aparece especialmente cuando las temperaturas son elevadas o se practica ejercicio intenso, ya que se produce un incremento de la temperatura corporal que el organismo intenta compensar. Situaciones de ansiedad, miedo y excitación, comidas picantes, el consumo de alcohol y cafeína, así como algunos fármacos o ciertas enfermedades, también pueden ser causa de que aparezca la transpiración.
La Hiperhidrosis y Sus Causas
Cuando la sudoración se produce de forma excesiva y sin causa aparente, sin depender de situaciones puntuales o de la temperatura ambiente, es que existe una alteración del funcionamiento de las glándulas sudoríparas, que en términos médicos se denomina hiperhidrosis. Aunque se produce principalmente en las manos, los pies, la cara y las axilas, ya que son las zonas donde se concentran en mayor número estas glándulas, se puede dar de forma generalizada en todo el cuerpo.
Las personas que padecen hiperhidrosis pueden llegar a sudar hasta seis veces más de lo que se considera normal. Como la transpiración suele ser muy evidente, y en ocasiones se presenta con mal olor, es un trastorno que puede afectar a la calidad de vida e incluso a la autoestima de quien lo sufre, ya que no depende de la temperatura ambiente ni de otros factores como el estado de ánimo.
Se calcula que casi un 3% de la población padece hiperhidrosis. Se empieza a manifestar ya desde la infancia y afecta tanto a hombres como a mujeres. Las causas de esta patología pueden estar determinadas por la genética, por la existencia de una enfermedad previa, una alimentación inadecuada, el consumo de ciertos medicamentos o cambios hormonales, entre otras.
Cómo Reducir el Exceso de Sudoración
La hiperhidrosis es un trastorno que puede afectar a la calidad de vida e incluso a la autoestima de quien lo sufre. Pero existen algunos remedios naturales que ayudan a disminuir la hiperhidrosis o exceso de sudoración y pueden mejorar el bienestar de quien sufre esta incómoda patología:
- Jugo de miel y vinagre: Se elabora mezclando dos cucharadas de miel y dos cucharadas de vinagre. Se ha de tomar tres veces al día con el estómago vacío, 30 minutos antes o 30 minutos después de comer.
- Té de salvia: La vitamina B y el magnesio, presentes en la planta de salvia, disminuyen la actividad de las glándulas sudoríparas. Se debe tomar este té dos veces al día, pero cuidando que la salvia no hierva en exceso y libere otro tipo de toxinas.
- Desodorante natural de vinagre y lavanda o romero: Disminuye el sudor y suaviza el olor. En un recipiente que se pueda cerrar de forma hermética, mezclamos media taza de vinagre con aceite esencial de lavanda o de romero, lo cerramos, lo agitamos y dejamos reposar en un lugar fresco y a la sombra durante una semana, durante la cual iremos agitando la mezcla durante medio minuto cada día. Tras pasar esa semana ya está listo para usar, mojando un algodón en el preparado y aplicándolo en las zonas donde se produce una mayor transpiración.
- Carbonato de magnesio como desodorante natural: El pH natural de la piel es de 5,5, por lo que las bacterias habituales del organismo viven y se desarrollan en ese punto de acidez. Si cambiamos el ambiente a un pH de 9 o 10, ya no podrán sobrevivir. El carbonato de magnesio es un alcalino suave, por lo que espolvorear las axilas o los pies con este preparado funciona como desodorante natural.
- Vinagre blanco o de sidra de manzana: Frotarlo por las zonas de sudoración que producen mal olor, o añadir unas gotas de limón o vinagre en el agua del baño, ayudan a secar los poros y a reducir el mal olor del sudor.
- Otros remedios: Otros remedios para disminuir la hiperhidrosis son los zumos de tomate y los de uva, el suero de leche fría y frotar trozos de patata en las zonas afectadas.
Consejos Adicionales
Además de probar estos remedios caseros, controlar nuestros hábitos de higiene y alimentación puede ayudar a sobrellevar esta incómoda patología:
- Mantener una buena higiene corporal ayuda a evitar el mal olor. Se puede optar por depilar las axilas, utilizar jabón líquido con clorhexidina en la ducha si el olor es muy fuerte o ducharse más de una vez al día si es necesario.
- Debemos evitar en nuestra dieta el consumo de alcohol, café, té, tabaco y alimentos picantes.
- Optar por prendas de vestir frescas y transpirables o prendas que repelen el sudor y se mantienen secas, zapatos y calcetines transpirables y tener disponible ropa para cambiarse durante el día.
- También hay que intentar mantenerse en ambientes frescos y ventilados, y evitar las situaciones de ansiedad o estrés.
