Bicicleta: movilidad sostenible, segura y accesible
La bicicleta es uno de los medios de transporte más ecológicos, ya que no produce contaminación ambiental ni acústica, no emite CO2 ni emplea combustibles fósiles. Su uso permite disminuir considerablemente la huella personal de carbono. Desde un enfoque gubernamental, fomentar el uso de la bicicleta contribuye al ahorro de recursos destinados a tratar enfermedades asociadas con la mala calidad del aire causada por el transporte tradicional.
“La promoción de la bicicleta como medio de transporte para cubrir distancias cortas y medias es muy importante a la hora de promover una movilidad sostenible con el medio ambiente”, afirma Diego Cosentino, Gerente Regional de la FIA Latinoamérica.
Beneficios para la salud
Además de sus beneficios ambientales, la bicicleta tiene un impacto positivo en la salud de quienes la utilizan. Entre sus ventajas destacan:
- Disminuye los niveles de grasa corporal y sobrepeso.
- Mejora la circulación sanguínea.
- Aumenta la fuerza muscular y la flexibilidad.
- Fortalece las articulaciones.
- Ayuda a controlar la depresión y la ansiedad.
- Mantiene el corazón saludable.
Una alternativa económica y eficiente
La bicicleta es una opción mucho más económica, ya que tanto su adquisición como su mantenimiento son significativamente más accesibles en comparación con un automóvil o motocicleta. En ciudades con alto nivel de tránsito, puede ser incluso más rápida que un coche. Además, dado que seis bicicletas ocupan el mismo espacio que un automóvil, su uso contribuye a reducir el tráfico vehicular y sus complicaciones asociadas.
Bicicleta como medio de transporte al trabajo
El uso de la bicicleta para trasladarse al trabajo puede ser una práctica innovadora y transformadora, siempre que se realice de forma responsable y cumpliendo con las medidas necesarias para garantizar la salud y seguridad de los ciclistas, así como la convivencia con otros medios de transporte.
Infraestructura y normativas
Muchas ciudades han implementado ciclovías, carriles exclusivos que protegen a los ciclistas del tránsito vehicular y conectan puntos clave como centros de trasbordo, universidades, escuelas y hospitales. En calles y avenidas sin estas áreas, la circulación en bicicleta está permitida, pero siempre debe respetar las normas de tránsito vigentes.
“Ya sea en ciclovías o en calles y avenidas sin carril exclusivo, lo primero que deben tener en cuenta los ciclistas es que la bicicleta es un vehículo más y, por lo tanto, aquellos que la utilizan tienen los mismos derechos y obligaciones que cualquier usuario de la vía pública”, explica Pablo Azorin, Jefe de Seguridad Vial y Medio Ambiente de la FIA Latinoamérica.