¿Cómo aliviar el estrés de forma natural?
El estrés prolongado o crónico tiene efectos negativos en la salud mental y física.
El Estrés y Sus Efectos en la Salud
El estrés es una reacción natural del organismo frente a una situación que considera de alerta y ante la que se agudizan factores como la concentración, la fuerza y la resistencia a través de la liberación de la hormona cortisol.
En sí mismo el estrés no es algo malo, ya que es algo innato que forma parte de la supervivencia y suele experimentarse de forma puntual. El problema viene cuando este estado de estrés se prolonga en el tiempo. Hoy día, las responsabilidades de la vida familiar y laboral y otras exigencias hacen que muchas personas vivan casi siempre estresadas y en un estado constante de agotamiento mental y físico, lo que tiene consecuencias para la salud. Ansiedad, insomnio, depresión y falta de energía son signos que nos pueden avisar de que estamos estresados. Además, si los niveles elevados de cortisol se acumulan en el torrente sanguíneo, producen otras alteraciones en el organismo, como el aumento de la presión sanguínea, la cardiaca y el colesterol y una disminución de las defensas que nos deja expuestos ante las enfermedades.
Las personas que sufren estrés crónico tienen digestiones más lentas que pueden provocar dolor de estómago, a la vez que una sensación de hambre constante que les lleva a aumento de peso y, por tanto, del riesgo de diabetes, de problemas cardiovasculares y que debilita el sistema inmunológico.
Remedios Naturales Frente al Estrés
Infusiones
La tila, la valeriana, la melisa y la flor de azahar son las más conocidas para aliviar el estrés y la ansiedad en situaciones en las que la tensión no es muy grave, ya que relajan y nos ayudan a descansar.
Otra opción que nos predispone a dormir si la tomamos de noche es la combinación de palosanto y jengibre. Para preparar la infusión se debe añadir al agua hirviendo una cucharada de hojas trituradas de palosanto, otra de miel y un trocito de jengibre. O el agua de mandarina, que se hace rallando la piel de una mandarina grande y vertiéndola en un vaso de agua hirviendo. Se tapa y se deja reposar unos minutos antes de beber.
Una infusión de lavanda (hojas y flores) antes de cada comida nos ayuda a alcanzar el estado de relajación deseado en los momentos de estrés. Además, también es muy utilizada en la aromaterapia, ya que está demostrado que relaja el sistema nervioso, mejora la calidad del sueño y el estado de ánimo.
Masajes con Aceites Esenciales
Los músculos se tensionan cuando sufrimos estrés, por lo que relajarlos a través de un masaje con aceites esenciales, por ejemplo de almendra y canela, tiene efectos muy positivos en el organismo y previene o alivia el dolor de cabeza tensional. Para ello debemos mezclar en un bol tibio 20 gotas de aceite esencial de canela y 3 cucharadas de aceite de almendra y masajear con la mezcla el cuello y los hombros.
Baños Relajantes
El baño caliente (de al menos 15 minutos) es otro de los remedios efectivos para aliviar tensiones después de un largo día de estrés, y más si lo acompañamos de plantas naturales. Para ello necesitaremos un bol grande donde verteremos 5 litros de agua a 30º y le añadiremos 100 gramos de flores de lavanda, 100 gramos de melisa y 100 gramos de menta piperita. Dejamos reposar durante 15 minutos, lo colamos y lo añadimos al agua de la bañera.
Otra opción es hervir en 2 litros de agua 50 gramos de flores secas de malva silvestre durante 10 minutos y verterla en el agua del baño.
Suplementos Naturales
Algunos suplementos a base de plantas naturales ayudan a controlar el estrés. Los suplementos de rhodiola son muy utilizados en el norte de Europa, ya que esta planta es un adaptógeno que favorece que el cuerpo haga frente a las tensiones, aumenta la energía del organismo y la sensación de bienestar.
